0. Sobre mí

Soy Katherine García Méndez. Estudiante de psicología y niñera a diario. Desde hace tiempo seguidora absorta del mundo blogger, en especial de fashionistas y demás. Hace poco descubrí el mundo plus size, mucho más "adaptado a mi cuerpo"; aunque más bien diría mucho menos crítico.

Para los que ya me han leído, esto será diferente, algo nuevo para mí que incluye, eso siempre, mucho sentimiento personal, pero desde otro punto de vista, con nuevas ideas que han ido calando en mi en este último año. Para los que no, seguid leyendo, quizá os interese.

He pasado la mayor parte de mi vida siendo esa clase de chica que vive a disgusto consigo misma, que se mira al espejo y no cree reconocerse, que se piensa en un cuerpo que no lo corresponde pero sin la voluntad suficiente para cambiarlo. Esa clase de chica a la que la gente mira por la calle si se pone tacones o un vestido ajustado, a la que le sobra de esto y le falta de lo otro, de la que se ríen sin razón. Una chica que se pone lo que le echen porque su cuerpo no es bonito, ni perfecto, porque no se maquilla y a veces ni se peina. Sin embargo, un día topé con un libro de esos que te cambian la vida, que te hacen pensar de otra forma, y di un golpe en la mesa al grito de ¡pienso quererme a rabiar! Una búsqueda intensa en redes y libros dio con la clave, el problema no es mi cuerpo, no soy yo, el problema son los demás. El problema está en que para otros soy un monstruito y acabo aceptando que lo soy sin mirarme bien.

Y así de la noche a la mañana me compré una minifalda de tubo y lucí muslazos todo el verano. Y sin arrepentirme pasé a escotes de vértigo y mini vestidos. Y me miré de arriba abajo, como hace mucha gente cuando paseas con la cabeza bien alta porque te ves una mujer hermosa, y me dije ¡olé tú! Y así me amé. Días de bajón a parte, que hay muchos y los tenemos todos y todas; empecé a partir de aquí a plantearme mostrarme al mundo tal y como soy, a hacer dibujos de mi cuerpo desnudo, a bailar como si estuviera sola, a desinhibirme, porque realmente no tengo nada de qué avergonzarme.

Soy muy alta, gorda, negra, agnóstica, feminista, amante de la música y los animales, bailo lo que me echen, enamorada de las personas sean hombres o mujeres; y hoy, aquí, empiezo una exposición de ideales. Espero os guste. 

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